martes, 20 de mayo de 2014

V. NO MATARÁS

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       Este precepto no se puede entender simplemente como «tú no emplearás la violencia de muerte contra otro», ya que habría que tomarlo de una manera más amplia como «no causarás por acción u  omisión la muerte de otros».
·         El rabino Sacca amplía el tema: «La traducción exacta del mandamiento es "no asesinarás". Lo que está prohibido es el asesinato, y cualquier forma de quitarle la vida a otro individuo, cuando la propia Tora no lo contempla.
·         En cualquier caso, nunca han faltado argumentos para justificar muertes y crímenes. Frente a estas  circunstancias se alza esta súplica, esta exigencia de «nunca más». Quizá sea mucho pedir que «nunca  más» se cometan crímenes y violaciones. Pero no que «nunca más» se intente justificar, legitimar,  convertir en decentes asesinatos y abusos. «Nunca más» se incurrirá en la legitimación de la muerte.
·         Matar significa introducir un principio antisocial por excelencia dentro de la comunidad. La sociedad se basa en la confianza mutua de quienes la componen. Los que están en ella deben ser socios, cómplices en la vida, y no deben transformarse en los enemigos que la amenazan y la destruyen.
·         Si consideramos que la vida humana está en manos de Dios, que es una propiedad divina, que sólo somos usufructuarios o que vivimos de alquiler, entonces no tenemos derecho a quitárnosla. Otra cosa es si pensamos que la vida es un bien al que le debemos dar una jerarquía: alta, baja o sin ningún tipo de interés.
El «no matarás», como la propia muerte, pesa y está presente de forma permanente a lo largo de nuestra vida. Nos hace preguntarnos por nuestro origen y por nuestro fin, por nuestras obligaciones respecto de nosotros mismos, por nuestra existencia y por el mantenimiento de nuestra vida

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